domingo, 29 de abril de 2012

Black Mirror





Black Mirror es esa serie de la que nadie habla o de la que no deja de hablar porque podrá ser muchas cosas pero no deja a nadie indiferente. Y es que esta miniserie en un primer nivel quiere jugar a hacer estallar una  bomba en las mentes de los televidentes, que nada más que por las historias que muestra se asegura el boca-boca posterior al visionado. Porque no nos engañemos, por mucho que yo venga a vender un producto de gran calidad y una profunda reflexión desde sus entrañas, la mayor parte del publico se va a quedar con la carnaza gratuita y se va a asegurar de contárselo al vecino, tanto para bien como para mal.

Para aquellos a los que ningún vecino haya ido corriendo a su ventana o enviado un mensaje al Facebook para contarle sobre esta miniserie, os pongo brevemente en situación. Black Mirror es una serie creada por Charlie Brooker (quizá le conozcáis por Dead Set) y que se estrenó en Channel 4 el 4 de diciembre de 2011. Cuenta con tres episodios: “The National Anthem”, “15 Million Merits” y “The Entire History of You”.


The National Anthem  se configura como un thriller en el que el Primer Ministro  de Reino Unido es chantajeado por una persona que ha secuestrado a la princesa Susannah, un miembro ficticio de la Familia Real. La chicha de la historia y donde recae toda la controversia se encuentra, por supuesto, en lo que el Primer Ministro  debe hacer para que la princesa sea  liberada sana y  salva (si queréis saber más ved el episodio, no vayáis a Wikipedia o los spoilers os abofetearán en toda la cara). Lo máximo que puedo decir es que el acto será de carácter sexual y estará relacionado el la televisión nacional.
Conforme iba viendo el episodio la incredulidad y el asombro iban en aumento. Desde mi punto de vista uno de los fuertes es que me sentí totalmente parte de ese público  de la ficción reunidos delante de una pantalla sin ser capaces de apartar la mirada. Brooker pone de manifiesto hasta donde puede llegar ese placer oculto que todo ser humano siente por mirar, por observar sin ser descubierto a un semejante y mucho más si se trata de algún tipo de humillación. No hay que ir muy lejos para ver que no hay que ir una ficción extranjera  para comprobar que esto es así. El portal de videos YouTube está repleto de videos de los usuarios de caídas, golpes, y situaciones cuanto menos cuestionable que sin embargo son capaces de atar a sus sillas a miles de visitantes con la carcajada en la boca.De esta manera, los ciudadanos ingleses, ansiosos por saber si  el Primer Ministro será capaz de realizar la tarea encomendada, se reúnen en bares y en casas como si fuesen a ver la final de la Champions League, pero con mucha más expectación, como cuando la televisión era un lujo y su programación trataba de crear una imagen nacional que representase a toda la población.


La crítica llega después, cuando una vez la gente ha vitoreado la cuenta atrás, se han escuchado silbidos a lo largo del país tras ver aparecer en pantalla a ese señor con cara de demacrado ir a cumplir el que cree es su deber, una pasada la emoción, la expectación, la incredulidad inicial. Cuando ya no es un “será capaz..” es entonces cuando el mal gusto sale a flote, cuando el voyeurismo puede llevar a la arcada pero la necesidad de seguir mirando es más fuerte. El ejemplo más claro que se me ocurre, así sin pensar mucho, son los telediarios, que arriesgan equipo técnico y personal para ofrecer a su audiencia imágenes de cualquier desastre natural o humano a la hora de la comida, para que puedan ser digeridas en familia (que conste que esta relación es bidireccional, la audiencia siempre pide más para poder saciar esa necesidad de morbo que todos llevamos dentro).Por supuesto, es una producción impecable en todos los sentidos que recomiendo muy encarecidamente. Si no, no hablaría de ella. Esta noche se estrena la serie en España de mano de TNT.


lunes, 23 de abril de 2012

El anime americano de Genndy Tarkovski, 1º parte.

Para esta primera parte quiero resaltar una idea que leí hace poco en el blog "Oreweb, la frikicueva del Oreadense": "Genndy Tarkovski, El ruso americano con alma nipona". no puedo estar más deacuerdo con esto. 

Genndy Tarkovski es el responsable de muchas de las series infantiles, que seguramente, has podido ver a lo largo de tu infancia, o que te suenan sí o sí: "El laboratorio de Dexter", "Las supernenas", y la fantástica "Samurai Jack", entre otras como "Las guerras Clon", o su nueva serie "Sym-Bionic Titan". Pero volviendo a la idea principal, la que parte del blog "Oreweb", debo aclarar el porqué de esa alma nipona. Si atendemos a los dibujos y la animación de cada una de estás series encontramos similitudes con muchísimos animes:

- Fondos planos, y estáticos.
- Expresividad de los personajes en los ojos y en la boca.
- Figuras estáticas.
- Representación del movimiento a través de líneas horizontales en los fondos.
- Etc. etc. etc.

Como mejor se ve es con un ejemplo:


En estos 10 minutos de uno de los capítulos de "Samurai Jack" podemos observar las similitudes antes citadas con los animes. Podemos observar como se representa el movimiento de los personajes, por ejemplo, cuando los vehículos cruzan el puente solo vemos un plano fijo, y lo único que se mueve es el fondo creando así la sensación de movimiento.

Podemos ver más claro el uso de los fondos y la poca movilidad de las figuras en el "Laboratorio de Dexter":


Si atendemos bien a este vídeo observamos el predominio de los fondos planos sin mucho detalle, y como los personajes pueden permanecer durante varios minutos sin moverse, solo abren y cierran la boca . 

Todas estás características las podemos ver en cualquier anime, atended a este capítulo de "Detective Conan":

Una vez que paséis el opening podréis ver las similitudes con el trabajo de Tarkovski, los fondos planos, las figuras estáticas, etc. Solo se producen movimientos de cámara que recorren el dibujo, mientras que los personajes permanecen en la misma posición solo mostrando su expresividad a través de los ojos y la boca.

Para terminar con esta primera parte, quiero que hagáis el ejercicio de buscar más similitudes del estilo de Tarkovski con el del anime. Y si aún así no conocéis a este genio os animo a ver algunos de los capítulos de sus series. Y si, por el contrario, ya viste algunos cuando erais pequeños os animo a que los volváis a ver, ya que con una edad más avanzada se disfrutan de otra manera distinta a la de cuando éramos niños. Por no decir que incluso más.

Para la segunda parte os hablaré de la narrativa de este animador poniendo de ejemplo la serie de "Samurai jack", pero eso es ya otra entrada. Mientras os dejo el enlace al artículo de "Oreweb".