La ITV nos ha deslumbrado con la primera temporada de Downton Abbey, serie dramática que nos lleva al comienzo del siglo XX para meternos en los líos de la familia Crawley y sus criados. En entradas posteriores analizaremos mejor los personajes, pero primero echemos un vistazo general a la serie.
Todo comienza con el hundimiento del Titanic y la muerte del heredero de la familia, que se iba a casar con Lady Mary para así perpetuar la herencia. Pero la falta de primogénito varón hace que Sir Mathew, primo lejano de la familia sea el heredero. Todo esto hace que la familia se replanteé que hacer con sus vidas después de la muerte del padre de familia. Lo primero será encasquetar a las hijas a algún pretendiente rico, y si puede ser el heredero mejor que mejor. Pero mientras los criados, silenciosos en la superficie se enterar de todo lo que pasa y tienen sus peleas internas en los bajos de la Abadía.
Todo esto sirve de pretexto para mostrarnos la multitud de cambios que están produciendo al rededor. La abuela de familia, machista y tradicional donde las haya, tendrá que vérselas con la rebeldía de sus nietas que presenta rebeldía e independencia. Todas excepto la fea de Edith ( a la derecha en la foto), cuyo sentimiento inicial de lástima que el espectador sentirá por ella pasará a un odio irrefrenable.
La llegada de un nuevo ayudante de cámara, el señor Bates, revolucionará la aparente tranquilidad que reinaba en los bajos de la lujosa casa. los criados compiten entre ellos para quedarse con el mejor puesto , mientras se preparan para la guerra que está al caer. Además el recién llegado, antiguo amigo de Sir Crawley, que encierra un pasado no menos que turbio, despierta amores y odios por igual, por lo que habrá que elegir bando.
Una serie magnífica que sólo nuestros amigos los ingleses estirados saben hacer. No sólo tiene un guión muy apetecible ( al más estilo telenovela), sino que la elección de los personajes no podía ser más acertada. Sobre todo del servicio de la casa, donde nos encontramos un chófer irlandés socialista, una cocinera que está perdiendo la vista, un mayordomo homosexual ( aunque esta trama sólo tendrá relevancia en los primeros capítulos), una doncella con ansias de un futuro mejor... etc. todo lo que una telenovela te ofrece ( amores imposibles, puñaladas traperas de las que tanto nos gustan, y problemas y más problemas ( que en el fondo es lo que estamos deseando), acompañado del gusto inglés de la época, paisajes preciosos y ese acento inglés tan gracioso ( e incomprensible).
ah! y esos vestidos tan de revista, esas habitaciones tan lujosas, ese todo. Disfruten, disfruten viendo esta serie mientras comen su sandwich en bandeja de plata.
Todo comienza con el hundimiento del Titanic y la muerte del heredero de la familia, que se iba a casar con Lady Mary para así perpetuar la herencia. Pero la falta de primogénito varón hace que Sir Mathew, primo lejano de la familia sea el heredero. Todo esto hace que la familia se replanteé que hacer con sus vidas después de la muerte del padre de familia. Lo primero será encasquetar a las hijas a algún pretendiente rico, y si puede ser el heredero mejor que mejor. Pero mientras los criados, silenciosos en la superficie se enterar de todo lo que pasa y tienen sus peleas internas en los bajos de la Abadía.
Todo esto sirve de pretexto para mostrarnos la multitud de cambios que están produciendo al rededor. La abuela de familia, machista y tradicional donde las haya, tendrá que vérselas con la rebeldía de sus nietas que presenta rebeldía e independencia. Todas excepto la fea de Edith ( a la derecha en la foto), cuyo sentimiento inicial de lástima que el espectador sentirá por ella pasará a un odio irrefrenable.
La llegada de un nuevo ayudante de cámara, el señor Bates, revolucionará la aparente tranquilidad que reinaba en los bajos de la lujosa casa. los criados compiten entre ellos para quedarse con el mejor puesto , mientras se preparan para la guerra que está al caer. Además el recién llegado, antiguo amigo de Sir Crawley, que encierra un pasado no menos que turbio, despierta amores y odios por igual, por lo que habrá que elegir bando.
Una serie magnífica que sólo nuestros amigos los ingleses estirados saben hacer. No sólo tiene un guión muy apetecible ( al más estilo telenovela), sino que la elección de los personajes no podía ser más acertada. Sobre todo del servicio de la casa, donde nos encontramos un chófer irlandés socialista, una cocinera que está perdiendo la vista, un mayordomo homosexual ( aunque esta trama sólo tendrá relevancia en los primeros capítulos), una doncella con ansias de un futuro mejor... etc. todo lo que una telenovela te ofrece ( amores imposibles, puñaladas traperas de las que tanto nos gustan, y problemas y más problemas ( que en el fondo es lo que estamos deseando), acompañado del gusto inglés de la época, paisajes preciosos y ese acento inglés tan gracioso ( e incomprensible).
ah! y esos vestidos tan de revista, esas habitaciones tan lujosas, ese todo. Disfruten, disfruten viendo esta serie mientras comen su sandwich en bandeja de plata.
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