viernes, 23 de abril de 2010

Recuperando el tiempo perdido...

Hoy voy hablar de una serie única, que seguramente ha sido borrada del subconsciente de la generación noventera: The Tribe. Esta serie neozelandesa producida por Cloud9 comenzó a emitirse en 1999 y fue un boom en más de 40 países. Consta de 5 temporadas, cada una de ellas de 52 capítulos. Una serie para adolescentes que se empezó a emitir en 2003 en Telecinco, y que por cuestiones de audiencia sólo duró una temporada en España. Esto es curioso ya que en países como Alemania arrasó hasta el punto de crear moda entre los jóvenes, influir en su vestimenta y lanzar innumerables productos (discos, libros, merchandising...).

Los que seguíamos la serie por aquel entonces tuvimos un gran trauma cuando la retiraron, y se crearon plataformas online para intentar recuperarla sin éxito. The Tribe pasó sin pena ni gloria y quedó como una serie de segunda, más bien cutre. Hoy, se puede ver enterita en The Tribe Spain y yo estoy en ello (voy por la mitad de la segunda temporada) y puedo afirmar que no es tan cutre. Para mí es una serie de culto, una de esas que te atrapan por su rareza, que se alejan de lo convencional.


Para quien no la recuerde, la historia se sitúa en un futuro postapocalíptico en donde los adultos han muerto a causa de un virus desconocido. Ante esto, los niños y adolescentes se ven sumidos en un mundo anárquico y lleno de peligros, al que se enfrentan agrupándose en tribus. Esta organización primitiva creará conflictos de poder por controlar la ciudad, que todavía sigue amenazada por el temido virus.

Este contexto tan original da pie a que se desarrollen temas sociales y de comportamiento que afectan a los adolescentes en la realidad (embarazos no deseados, nuevas responsabilidades a medida que uno deja de ser un niño etc.) y que se enfocan directamente y sin tapujos. Digamos que la serie no brilla por su calidad compositiva ni por el guión en sí (que en ciertas ocasiones roza lo telenovelesco) sino que en su esencia alberga un mensaje muy positivo de solidaridad y bondad. Y, de hecho, se agradece que este trasfondo educativo se desvincule de lo religioso y se ofrezca en un entorno cruel y violento.

Otro de los factores plausibles de The Tribe es indudablemente la caracterización de los personajes mediante el maquillaje y el vestuario. Todas las tribus se identifican con un tipo de vestimenta y peinado caracteristicos (Mallrats con líneas coloridas en la cara y plumas en el pelo, Perros Salvajes rapados y con pintura plateada en la sien, The Chosen con túnicas etc.). Esto hace que la serie supla algunos de sus defectos formales con la originalidad en la puesta de escena, que adorna la serie y le da un toque místico que nos remite, valga la redundancia, a lo tribal, lo primitivo, lo salvaje.

El reparto está exclusivamente compuesto por niños y adolescentes neozelandeses. La calidad interpretativa no es magnifica, pero no está mal. Algunos personajes, sobre todo los más mayores, destacan por su fuerte personalidad (Amber, Ebony, Bray, Tai-San...) y otros sirven básicamente de puente, de relleno entre las tramas principales. Las dosis de drama, acción y humor están equilibradas y la espectación no se pierde gracias a la bien cuidada serialidad.

En definitiva, esta serie merece una segunda oportunidad y podría ser un rival digno de las actuales producciones ñoñas y sin sustancia, cargadas de superficialidad y estereotipos baratos. La cadena británica Channel5 la está emitiendo otra vez actualmente, y la serie ha tenido un spin off (The New Tomorrow) y una adapatación más realista de la primera temporada con su cast original (The Blood Of Judas).




2 comentarios:

  1. Recuerdo la arrolladora promoción que le hizo Telecinco.. yo llegué a ver algún que otro capítulo pero de repente le perdí la pista y sin más.. pensé que habría acabado o que había sido cancelada, pero cinco temporadas de 52 capis cada una.. pufff jejejeje

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  2. Entrada casi exclusivamente para nostálgicos extraños jajaja.
    Look into the future... joder con la Moños... vaya viajecitos que se pegaba. Que si se muere, que si no... ¡que se decida!
    Espero ver las fotos de la sesión fotográfica tributiense. Y a ver si puedo entintar a Ebony que ya es hora jajaja.

    ¡Un besou!

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