''El Ala oeste de la Casa Blanca'' es una de esas series que podemos denominar ya a día de hoy ''de culto'', y no lo digo yo lo dicen críticos y expertos televisivos que han colocado a este drama político entre las mejores series de la última década,mano a mano con otras producciones de alta calidad como Los Soprano.
Sin duda para gustos están los colores, y eso de qué series son las mejores o las peores de una época, es algo, en cierto modo muy subjetivo, aunque podemos hacerlo objetivo si hacemos una valoración estricta basádonos en los áspectos literarios, técnicos e instriónicos, es decir, en los guiones, la realización y las interpretaciones.
Partiendo de estas tres variantes si podemos llegar a la conclusión de que ''The West Wing'' es una de esas series que deján huella en la televisión. Su creador y guionista, Aaron Sorkin, nos deleita capítulo a capítulo con historias críticas con la realidad. Se entremezclan las tramas más puramente dramáticas de los personajes con historias episódicas que no hacen más que reflejar cuales son los problemas del pais de la libertad. Es posible que la forma de abordar los problemas sociales y políticos estadounidenses de la última década de una forma tan magistral, crítica y sutil haya sido uno de los condicionantes que eleven al ''Ala Oeste'' a la categoría ''de culto''
La parte técnica es impecable, la estética está tan milimetricamente cuidada, que la puesta en pantalla es casi más fílmica que televisiva y esos planos secuencia en que los personajes se tirán hablando un porrón de tiempo mientras caminan por los pasillos de la Casa Blanca, son directamente incalificables.En cuanto a las actuaciones, el reparto lo dice todo, empezando por el gran Martin Sheen (Presidente Bartlet) y terminando por su joven ayudante en la ficción Dulle Hill (Charlie).
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