Skins, una droga dura

Quien vea de pasada Skins, dira ''bahh la típica serie de adolescentes en la que no hacen mas que follar, beber y drogarse'', y superficialmente esta afirmación no es muy descabellada, pero como todo en esta vida, todo depende de la forma en que veamos y entendamos las cosas, porque lo que hace grande a Skins, no es lo que se ve, si no lo que se entiende, lo que con cada diálogo, con cada escena y en cada toma los guionistas y directores de esta fabulosa serie nos quieren trasmitir.

Está claro que lo que nos atrae de una serie, sea cual sea, es lo que nos cuenta, pero hay algo que es casí tan importante como el qué, que es el cómo, el como una serie nos cuenta sus tramas e historias. En este aspecto Skins, lleva siendo alabada desde su comienzo, por crítica y como no, por los fans. Lo que nos cuenta Skins se podría contar de muchas otras maneras, pero no se si serían tan logradas y trabajados como la forma utilizada por el equipo encabezado por Chris Clough, productor de la serie. Cada capítulo tiene su pequeña moraleja, y sobre todo nos habla de cosas tan reales como la vida misma. Si, es verdad, es una serie y como siempre en television todo se exponencializa, es normal, el chiste de una serie, o de una película, es que a los personajes les pase ''algo más'' y ''algo diferente'' que a una persona de a pie, ahi esta la gracia, eso es ficción precisamente, lo que no es realidad.

Podríamos estar hablando de Skins horas y horas, es más seguramente terminemos haciendolo, porque mas de uno en este blog es incondicional fan de la serie. Pero por hoy esta bien, poco a poco nos iremos introduciendo en el mundo de Skins, un mundo en el que hay mucho que ver y mucho sobre lo que reflexionar.